Tengo una luna entre los dedos, un olor a campo

Foto: Anna Xalabarder


Tengo una luna entre los dedos, un olor a campo,
una esquina del alma, un pañuelo y un trozo
de ala de gaviota por una infancia disecada.
Sobre todo ello camino y canto, me busco,
me alzo, me alcanzo. Todos tenemos un paisaje
que como en un puzzle roto está al final del alma,
y podemos a través de sus pedazos sentirla
y trazarla, dibujarla como nombre o como rostro,
sentir la patria que en el poema se cumpla
y en el vivir y el aire se deshaga.

4 abril 2009

(C) Santiago Montobbio
La poesía es un fondo de agua marina



Santiago Montobbio

Santiago Montobbio
Foto: Anna Xalabarder

Volvió a escribir

después de 20 años de silencio. Entonces Ernesto Sábato, Miguel Delibes, Juan Carlos Onetti y Camilo José Cela describieron su poesía como honda, misteriosa, envidiable.
Es Santiago Montobbio (Barcelona, 1966) de esa estirpe de poetas que cosechan el misterio en la cotidianeidad, que se transportan con ligereza a ese otro lado donde está la sombra alumbrada y vuelve sembrado de palabras tan sencillas como poderosas, tan sobrenaturales como humanas.
(María García Esperón)